¿Por qué es tan importante el sector agropecuario en la Economía Nacional y por qué deviene vital la II Reforma Agraria en nuestro Perú?

Resulta contradictorio…

.Mientras que, por un lado, más del 70% de los alimentos que la población peruana consume proviene del Sector Agropecuario, cuyos productores se debaten en su economía de subsistencia y de abandono por parte del Estado, por cuanto más del 80% de unidades agropecuarias opera y ocupa menos de 5 Hectáreas. Por otro lado, se persiste en favorecer la actividad primario exportadora, liderada por el extractivismo minero; si bien a partir de argumentos fuertes como la alta generación de ingresos (que contribuyen al PBI, aunque sin la respectiva, justa y efectiva carga tributaria), todo ello en beneficio directo de una élite muy minoritaria. Este abandono del Estado se refleja en la carencia de dispositivos legales que promocionen con verdadero sustento científico, tecnológico y económico, la importante actividad en el sector agropecuario; por esta razón se tiene postradas a muchas familias dedicadas a la agricultura y a la ganadería en el Perú.

En este escenario, la fuerza laboral del campo – integrada principalmente por jóvenes – se ve obligada a abandonar el medio rural y migra hacia las ciudades en busca de mejores oportunidades de desarrollo personal y familiar.

En contraste, actividades como la minería – que no es intensiva en el uso de mano de obra – a la vez que depreda y contamina el medio ambiente, obliga hacia la consolidación del modelo económico primario-exportador que caracteriza al país y no se preocupa responsablemente por desarrollar actividades con mayor valor agregado. Por lo tanto, por décadas – mejor es decir, por siglos – el Perú continúa siendo sólo un país exportador de materias primas y, por lo tanto, incipiente en industria y en tecnología.

La alternativa estratégica para revertir esta situación, sin salir por ahora de este sistema primario-exportador, por las “ventajas” que conlleva, consiste en el Desarrollo del Mercado Interno. Consideramos que ambas prioridades pueden desenvolverse a la vez por ahora: la primera generando ingresos (contribución es al PBI y tributando con justicia) y así, financiando el resurgimiento, consolidación y expansión de la segunda. Entendemos por mercado interno, en su concepto y acepción más amplio, todas las actividades económicas de los sectores agropecuario e industrial, de manera principal.

Este concepto significa enfrentar el flagelo del desempleo de manera frontal y decidida, mediante la generación de puestos de trabajo de forma intensiva. Y para ello, hacerlo con el desarrollo del Sector Agropecuario representa la mejor alternativa histórica. Dotar a los campos agrícolas de las condiciones adecuadas para su desarrollo es la mejor receta para crear riqueza, teniendo en el trabajo de la gente el mejor sustento. Dinamizando de esta manera la fuerza laboral del campo, se logrará que las familias dispongan de dinero en sus bolsillos y se podrá, por lo tanto, dinamizar el consumo; así, la demanda con su efecto multiplicador elevará el nivel de nuestra economía en su conjunto, y los ingresos macroeconómicos no se harán esperar para seguir atendiendo – entre otros aspectos – la educación y la salud de las personas, de forma adecuada.

Esta propuesta significa liberar y desarrollar las fuerzas productivas del país a través de la diversificación productiva, teniendo para ello como base la agricultura familiar generalmente a pequeña escala, las pequeñas y microempresas (PYMES), la pesca artesanal y la artesanía. Sólo en la agricultura familiar se encuentran 2´200,000 familias que viven en una dramática situación económica y de manera permanente se encuentran descapitalizadas por los bajísimos precios que reciben por sus productos enfrentando – además – altos costos de los insumos necesarios (fertilizantes, p. ej.) para sus cultivos.

Esta diversificación productiva ha sido planteada en distintas etapas de nuestra historia republicana; sin embargo, en todas se ha tenido el mismo destino de ser bloqueadas y/o eliminadas por los grandes intereses exportadores de materias primas.

El papel del Estado deberá ser realmente más activo – de ejecución y de desarrollo de actividades económicas – en lugar de los roles de promotor y de subsidiario a los que lo obliga la Constitución actual.

En este sentido, adquiere vital importancia la Segunda Reforma Agraria que Nuevo Perú planteó desde un inicio como bandera fundamental. Es el gran fenómeno social y económico capaz de lograr la reactivación de las fuerzas productivas del campo, así como las que emanan de los pequeños emprendimientos urbanos.

Al interior de este movimiento se tendrá la promoción de la competitividad de los productores con base en (i) la implementación de una banca de fomento capaz de brindar el crédito promocional de costos bajos, (ii) la capacitación técnica y tecnológica al agricultor de manera integral, (iii) el uso adecuado y justo del agua de riego, (iv) el suministro de insumos para la siembra tales como semillas mejoradas, fertilizantes, pesticidas, etc., (v) la dotación de la maquinaria adecuada, (vi) la infraestructura adecuada de logística, almacenamiento y transporte, (vii) la protección de los precios de sus productos a través de verdaderas campañas de apertura de mercados internos y externos, (viii) la mejora de su oferta en calidad, cantidad y precios, (ix) compra por parte del Estado de una porción importante de la producción agrícola y agropecuaria como método de regulación los precios, (x) el destino de dichas compras estatales hacia los comedores populares y ollas comunes y (xi) la articulación de la producción familiar con la agroexportación, entre otros aspectos.

Por lo tanto, el objetivo supremo que encierra la Segunda Reforma Agraria es la Seguridad Alimentaria del país, lo cual deviene en aspecto estratégico de especial relevancia. De esta manera, la sociedad peruana dispondrá de los recursos suficientes para vivir con Soberanía Alimentaria.

Un paso inicial en la dirección explicada consiste en la reestructuración del Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego – MIDAGRI, lo cual debe ser efectuada mediante una verdadera reingeniería, con la redefinición de sus objetivos para el desarrollo de la agricultura familiar nacional, como fuente de puestos de trabajo y efecto multiplicador de la economía del país. Son múltiples los aspectos a tener en cuenta, entre los que se debe mencionar la decisión política de dotar al Sector Agropecuario del presupuesto suficiente de acuerdo a los fines que se persiguen, el cual se estima en tres veces el importe actual, sin considerar aún el presupuesto de los demás organismos desconcentrados del sector. En el documento adjunto se muestra, a modo de ensayo, algunos de los diversos aspectos que se mencionan.

Agradeceremos sus comentarios y opiniones al respecto. Gracias por seguirnos.

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One thought on “¿Por qué es tan importante el sector agropecuario en la Economía Nacional y por qué deviene vital la II Reforma Agraria en nuestro Perú?

  1. Un aspecto que podría añadirse es planificar la siembra de tal manera de no producir una sobre oferta de algún producto.

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